Friday, September 14, 2007
La fe y el amor de una esposa logran lo imposible: desaparecer un tumor
En el otoño de 1996, el señor T, que tenía unos cuarenta años, pasó por una cirugía por un tumor en el cerebro. Los médicos no pudieran eliminar todo el tumor. Su mujer entró en la SGI en la esperanza de una cura rápida para su marido.
En el verano de 1997, los dolores de cabeza y la náusea se hicieron peor y el empezó a tener convulsiones constantes.
Los doctores dijeran al señor T que, mismo si el tumor no había aumentado, sufría de esos síntomas porque agua se había acumulado en el cerebro y era necesaria una operación para remover el fluido. El señor T no podía caminar y sus palabras eran limitadas a sonidos sin sentido.
La señora T dijo al responsable de distrito que ella había recitado Daimoku para la cura de su marido por un año, pero el no se estaba curando. El responsable de distrito habló con un miembro de la División de las Enfermeras. La enfermera dijo: "el hecho que el tumor no se ha propagado es un beneficio del Daimoku. Eso es realmente especial. Las preguntas de la señora T, si el va a curarse, o si sus oraciones son eficazes, son simplemente barreras que ella ha creado en su vida. Pero no hay barrera, no hay limite para el grande poder del Daimoku. Ahora es el momento en que ella debe ofrecer oraciones fuertes! Es una cuestión de ofrecer oraciones de corazón abierto con la mayor determinación y foco posibles. Ella debe orar en manera de ofrecer un "rayo" de Daimoku al área enferma.
Cuando el responsable de distrito contó lo que la enfermera le había dicho, la señora T se quedó con todavía más fuerza. En la misma noche, hubo un profundo cambio en la condición del señor T. El empezó inmediatamente a producir más orina, y un flujo continuo de lágrimas y muco empezaran a salir de su nariz y de sus ojos tanto que su travesero se quedó completamente mojado.
Eso continuó por tres días. En el cuarto, el tubo señales espantosos de recuperación. Pudo hablar normalmente con los miembros de su familla y pudo caminar sin asistencia. Los médicos fueran sorprendidos por ese cambio es su condición y le hicieron más exámenes. Concluyeron que se había completamente recuperado y que una operación ya no era necesária.
El señor T tubo una recuperación completa. Viendo eso, su hijo, que estaba en el sétimo año, dijo: "el Daimoku es increíble!
Quero también entrar en la Soka Gakkai. Quero empezar ahora mismo". Habló con su hermana, que estaba en la escuela primaria, y ella empezó a practicar el budismo, y los hermanos entraran juntos en la Gakkai.
[Esa experiencia fue publicada en el "Living Buddhism" de octubre, pp. 27 a 29. Hace parte de la serie "Dialogue on the Lotus Sutra".]
En el verano de 1997, los dolores de cabeza y la náusea se hicieron peor y el empezó a tener convulsiones constantes.
Los doctores dijeran al señor T que, mismo si el tumor no había aumentado, sufría de esos síntomas porque agua se había acumulado en el cerebro y era necesaria una operación para remover el fluido. El señor T no podía caminar y sus palabras eran limitadas a sonidos sin sentido.
La señora T dijo al responsable de distrito que ella había recitado Daimoku para la cura de su marido por un año, pero el no se estaba curando. El responsable de distrito habló con un miembro de la División de las Enfermeras. La enfermera dijo: "el hecho que el tumor no se ha propagado es un beneficio del Daimoku. Eso es realmente especial. Las preguntas de la señora T, si el va a curarse, o si sus oraciones son eficazes, son simplemente barreras que ella ha creado en su vida. Pero no hay barrera, no hay limite para el grande poder del Daimoku. Ahora es el momento en que ella debe ofrecer oraciones fuertes! Es una cuestión de ofrecer oraciones de corazón abierto con la mayor determinación y foco posibles. Ella debe orar en manera de ofrecer un "rayo" de Daimoku al área enferma.
Cuando el responsable de distrito contó lo que la enfermera le había dicho, la señora T se quedó con todavía más fuerza. En la misma noche, hubo un profundo cambio en la condición del señor T. El empezó inmediatamente a producir más orina, y un flujo continuo de lágrimas y muco empezaran a salir de su nariz y de sus ojos tanto que su travesero se quedó completamente mojado.
Eso continuó por tres días. En el cuarto, el tubo señales espantosos de recuperación. Pudo hablar normalmente con los miembros de su familla y pudo caminar sin asistencia. Los médicos fueran sorprendidos por ese cambio es su condición y le hicieron más exámenes. Concluyeron que se había completamente recuperado y que una operación ya no era necesária.
El señor T tubo una recuperación completa. Viendo eso, su hijo, que estaba en el sétimo año, dijo: "el Daimoku es increíble!
Quero también entrar en la Soka Gakkai. Quero empezar ahora mismo". Habló con su hermana, que estaba en la escuela primaria, y ella empezó a practicar el budismo, y los hermanos entraran juntos en la Gakkai.
[Esa experiencia fue publicada en el "Living Buddhism" de octubre, pp. 27 a 29. Hace parte de la serie "Dialogue on the Lotus Sutra".]
Thursday, September 13, 2007
El Budismo de Nichiren Daishonin
Budismo es el nombre dado a las enseñanzas de un Buda. “Buda” significa “el Iluminado”; un buda es alguien que percibe la esencia o realidad de la vida en su interior, es un ser iluminado a la verdad de la vida y del universo.
A diferencia de la mayoría de las religiones mayores, el Budismo no alega una revelación divina. Comienza con un hombre que, a través de sus propios esfuerzos, descubrió la realidad última dentro de sí y enseñó que todos podían hacer lo mismo. El Buda no puede ser definido, en absoluto, como un ser trascendental o supremo.
El Budismo, como otras religiones mayores, busca liberar de los sufrimientos del estado finito del hombre, uniéndolo con la verdad última o realidad absoluta. Pero a diferencia de otras religiones que tienden a personificar esta verdad como un dios, un poder externo más elevado que uno mismo en quien uno debe confiar, el Budismo la ve como el centro de nuestra vida misma. Así, el ser humano es el punto central del Budismo, que lo ve como el depositario de todo el potencial.
El Budismo además sostiene que, debido a que todas las personas están interrelacionadas, uno no puede gozar de la verdadera felicidad o iluminación separado de los otros. A medida que uno comienza a comprender, a través de la práctica budista, que su propia vida es sagrada, también comprende que lo es la vida de los demás. Esta comprensión nos sugiere el enseñar la Ley a otros, para que ellos también logren felicidad, alegría, sabiduría y libertad, transformando gradualmente el mundo en que viven para mejor.
A diferencia de la mayoría de las religiones mayores, el Budismo no alega una revelación divina. Comienza con un hombre que, a través de sus propios esfuerzos, descubrió la realidad última dentro de sí y enseñó que todos podían hacer lo mismo. El Buda no puede ser definido, en absoluto, como un ser trascendental o supremo.
El Budismo, como otras religiones mayores, busca liberar de los sufrimientos del estado finito del hombre, uniéndolo con la verdad última o realidad absoluta. Pero a diferencia de otras religiones que tienden a personificar esta verdad como un dios, un poder externo más elevado que uno mismo en quien uno debe confiar, el Budismo la ve como el centro de nuestra vida misma. Así, el ser humano es el punto central del Budismo, que lo ve como el depositario de todo el potencial.
El Budismo además sostiene que, debido a que todas las personas están interrelacionadas, uno no puede gozar de la verdadera felicidad o iluminación separado de los otros. A medida que uno comienza a comprender, a través de la práctica budista, que su propia vida es sagrada, también comprende que lo es la vida de los demás. Esta comprensión nos sugiere el enseñar la Ley a otros, para que ellos también logren felicidad, alegría, sabiduría y libertad, transformando gradualmente el mundo en que viven para mejor.
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